Rikudou FC

Hace mucho tiempo, se dio una guerra sin igual, y en esos tiempos de turbulencia apareció un monje: Rikudou-sennin. El primero en entender la esencia del chakra, y que a partir de su Rinnegan creó todas las técnicas ninja, además de iniciar la era de estos mismos.

El sabio intentó guiar al mundo hacia la paz. Viajó por toda creación y predicó el camino del Ninshuu, pero el tiempo pasó y ese “Ninshuu” pasó a llamarse Ninjutsu. No obstante, en un principio, las técnicas ninja no eran un arma, sino que su función era llevar a la humanidad hacia la paz.

La frase de ”Yo soy aquél que trae paz y orden” eran palabras atribuídas al sabio. Creyó que llegaría el momento en el que llegaría una era donde las personas se entenderían las unas a las otras.

Rikudou es recordado como un Dios salvador del mundo por deshacerse de un monstruo: el Juubi, cuyo chakra es el definitivo.

El ermitaño desarrolló una serie de técnicas para proteger al mundo de la bestia de 10 colas, y esas técnicas que se han ido transmitiendo hasta la actualidad, consisten en el sello que permite la creación de Jinchuurikis. Una de esas técnicas fue aplicada en sí mismo, convirtiéndose en el primer Jinchuuriki de la historia, nada más y nada menos que del propio Juubi, confinando así la bestia en su propio cuerpo. Es entonces cuando la gente pasó a venerar al sabio como a un Dios.

El poder de Rikudou como Jinchuuriki del Juubi iba más allá de lo humano de tan increíble que era.

En vida, el sabio legó y registró en una lápida sus secretos, los cuales solo son legibles por el Mangenkyô Sharingan, que podía descifrar más que el Sharingan, y el Rinnegan aún más que el Mangenkyô. Dicha lápida aún se encuentra cerca de Konoha, y de generación en generación, es heredada entre los Uchiha.

Ese “Dios” cuando aún soñaba con alcanzar la paz, sintió la llamada de la muerte, y tuvo que escoger un sucesor; los candidatos eran sus 2 hijos, a los que había confiado el poder y la voluntad del camino del ninja. El primogénito, del cuál descendieron los Uchiha, heredó los ojos del sabio, además de su poderoso chakra y energía espiritual. Creía que el poder con el que había nacido era la clave para obtener la paz. El hijo menor, sin embargo, tenía fe en que el amor fuese la verdadera clave, y heredó del padre su cuerpo, la fuerza mental, y la voluntad. De él descendieron los Senju.

Rikudou escogió al hermano joven, y a consecuencia de esta decisión, la cadena de odio se inició, pues el hermano mayor, quien se consideraba a sí mismo como el idóneo candidato, atacó con odio al que creía en el afecto como método de obtención de paz.

El ermitaño tenía un gran temor debido a la grandeza y poder del chakra de la bestia, ya que si él moría, “el 10 colas” habría podido escapar y aterrorizar nuevamente al mundo. Con ese miedo, usó sus últimas fuerzas y dividió el chakra del Juubi en 9 partes repartiéndolas por el mundo. Cuando hizo esto, se encargó del cuerpo, que lo selló y envió a los cielos, creando así la Luna, y poniendo fuera de alcance la bestia con su chakra.

Aquí termina la historia del Rikudou-sennin, el ancestro de todos los shinobi. De él se cuentan leyendas como que en tiempos de turbulencia es enviado por los cielos para, o bien traer paz al mundo, o destruirlo.

El apodo de este hermitaño es pasado de generación en generación.